Año 5 N° 10 / Julio
– diciembre 2019. 23 - 39
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ISSN 2477-9342 |
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INVESTIGACIÓN ARBITRADA Aportes de la Gestión del Conocimiento al Desarrollo Profesional
Docente del Instructor SENA[1] Knowledge Management Contributions to the Professional Development
Teaching of the “SENA” Instructor Olga Lucía
Cárdenas Guzmán oluci74@gmail.com Universidad Católica de Manizales (Colombia) Recibido
03 de diciembre de 2018 / aprobado 30 de mayo de 2019 |
Palabras clave Gestión del
conocimiento, capital intelectual, desarrollo profesional docente,
biográfico-narrativo. |
Resumen El presente trabajo de investigación tiene como objetivo principal
reconocer las prácticas de gestión del conocimiento que potencian el
desarrollo profesional docente del instructor SENA. Para el desarrollo del
estudio se empleó el método narrativo biográfico, por tanto, se invitó a una
muestra de personas que tuviesen 10 años o más de antigüedad en la Entidad,
seleccionados entre funcionarios vinculados directamente y contratistas, con
el fin de recoger las voces de quienes participan directamente en el
ejercicio de la formación profesional. Los resultados de la investigación
permitieron identificar que las acciones desarrolladas a través de las Redes
de Conocimiento fortalecen el ejercicio de la función docente de los
instructores en el SENA; sin embargo, es importante no desconocer la
historia, los tiempos necesarios para construcción del conocimiento,
transferencia y almacenamiento del mismo; además del capital humano que se
vuelve “golondrina”, llega y rápidamente se va. |
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Keywords Knowledge Management,
teaching professional development, narrative biographical research. |
Abstract The main objective of
this research work is to recognize knowledge management practices that
enhance the professional teaching development of the SENA instructor. For the
development of the study, the biographical narrative method was used; therefore, a sample of senior people who worked
10 years or more within the entity, selected from directly linked officials
and contractors, were invited to collect the voices of those directly
involved in the exercise of professional training. The results of the
investigation allowed to identify that the actions developed through the
Knowledge Networks strengthen the exercise of the teaching function of the
instructors in the SENA. However, it is important not to ignore the history,
the time needed to build knowledge, as well as to transfer and store it; in
addition to the staff that arrives and quickly leaves. |
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Introducción Una
realidad que agobia la administración educativa hoy, es la falta de un
"[…] desarrollo profesional docente con un impacto en las aulas
[…]" (Vaillant, 2009, p. 35) y, por ende, en
la vida de los estudiantes. Esta frase de Vaillant,
es una realidad tanto nacional como internacional, la cual se evidencia en el
estudio realizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en el
libro “Aprendizaje y desarrollo profesional docente” (2009) de la colección
"Metas Educativas 2021", el cual compiló opiniones de varios
autores cuyas nacionalidades distintas, comparten entre otros, apreciaciones
como la falta de solidez de los programas de Desarrollo Profesional Docente
(DPD) centrado más en cursos, algunos de los cuales poco aportan a las
situaciones reales que viven los docente, a sus intereses y los cuales
desconocen el saber práctico de éstos, el cual se podría potenciar a partir
de dichos encuentros llevándolo a un saber experto, mediante la “gestión el
conocimiento educativo”. Así mismo, el informe entregado por Flavia Terigi en el documento No. 50: "Desarrollo
Profesional continuo y carrera docente en América Latina" del Programa
de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (PREAL),
el cual en uno de sus apartes analiza el impacto de las políticas del
desarrollo profesional docente en América Latina y el Caribe, coincide con lo
planteado por Vaillant. En el informe Terigi (2010) comenta sobre la importancia de la participación
de los maestros en la definición de las acciones que aseguren el desarrollo
profesional de los educadores. Este planteamiento es de gran valor si se
quiere llegar a un saber experto contextualizado que impacte la vida de la
escuela, para lograrlo se requiere contar con personal motivado y
comprometido, que participe de las acciones que se establezcan para la
gestión y creación de conocimiento educativo. Lo anterior, implica reconocer
las características que configuran la “identidad profesional docente” del
colectivo de educadores, de manera que se planteen acciones que fortalezca no
sólo sus habilidades, sino que impacten sus historias de vida personal y
profesional, llevándolos a mostrar apertura y disposición para compartir con
docentes y directivos sus experiencias y estrategias frente a situaciones que
se les presentan en el ambiente educativo. Es decir, compartir el
conocimiento tácito que poseen, fruto de su práctica cotidiana. Este primer
paso, es la entrada para la gestión del conocimiento, que busca hacer uso del
conocimiento tácito desarrollado por el personal de la organización para
fortalecerlo y crear nuevo conocimiento que permita dar respuesta a las
necesidades de los colaboradores y transferirlo a la organización, haciendo
de este nuevo conocimiento: un saber explicito; lo que permitirá mejorar los
niveles de competitividad organizacional, marcando la diferencia. El Servicio Nacional de Aprendizaje - SENA,
es una entidad del orden público encargada de ofrecer y ejecutar “[…] la
formación profesional integral, para la incorporación y el desarrollo de las
personas en actividades productivas […]” (SENA, 2014, p.33); establece el
plan estratégico 2015 - 2018 alineado con el Plan Nacional de Desarrollo
(PND) 2014-2018, “Todos por un nuevo país”. Gráfico 1. Modelo
Estratégico. Fuente: Plan Estratégico SENA 2015-2018 (SENA, 2014). Estos
desafíos se transfieren a las 33 regionales del país y 117 centros de
formación. Cada centro de formación debe trabajar en procura de lo
establecido desde la Dirección Nacional del SENA. El Centro de Gestión
Tecnológica de Servicios (CGTS), es uno de los diez centros de formación
ubicados en el Departamento del Valle, que a través del Equipo Pedagógico de
Centro (EPC) define las acciones que contribuyen al alcance de indicadores
relacionados con la calidad de la formación, permanencia y certificación de
aprendices, tomando como eje el desarrollo del talento humano (instructores),
como uno de los pilares para el fortalecimiento institucional sobre la base
de la Gestión del Conocimiento. Teniendo en cuenta la información entregada
por organismos internacionales (OEI y PREAL) sobre el escaso nivel de avance
del desarrollo profesional docente en América Latina a pesar de los esfuerzos
de algunos gobiernos, surge como pregunta problema: ¿Cuáles son las prácticas
de gestión del conocimiento que potencian el desarrollo profesional docente
de los instructores del SENA, en el Centro de Gestión Tecnológica de
Servicios, de la Regional Valle? Ante la situación descrita, se plantea como
propósito del trabajo de investigación, reconocer las prácticas de gestión
del conocimiento que potencian el desarrollo profesional docente de los
instructores SENA, del Centro de Gestión Tecnológica de Servicios, Regional
Valle. Con el fin de dar alcance al objetivo de la investigación se hará un
esbozo de aspectos relacionados con la gestión del conocimiento, capital
intelectual y desarrollo profesional docente, para finalmente presentar los
resultados de la investigación bajo el método narrativo-biográfico. Revisión
Teórica Conocimiento
y gestión del conocimiento en las organizaciones Para
comprender la gestión del conocimiento en las organizaciones es importante establecer
primero la relación que existe entre conocimiento y gestión del conocimiento
(GC). El proceso de generación de conocimiento parte de la unidad de
contenido denominada dato, que almacenado en forma aislada no tiene gran
valor o significancia. Ahora bien, el conjunto de datos relacionados e
interpretados bajo un contexto, proveen información. Esta información se
procesa para generar conocimiento, el cual se puede definir como “[…] una
mezcla de valores, experiencias, “saber hacer”, que contribuye a la
incorporación de nuevas experiencias, y es útil para la acción.” (Gómez,
Pérez y Curbelo, 2005, p.39). Así mismo, Valhondo
(2003) coincide en que el conocimiento se muestra como una mezcla de
experiencias, valores, información contextual y apreciaciones que
proporcionan nueva información. Para Quintanilla (2003) el conocimiento lo
elabora cada individuo desde su pensamiento utilizando la información y
aplicando procesos de aprendizaje, citados en Jiménez y López (2015). El conocimiento como conjunto de información
que poseen las personas para ser utilizada y re-creada ante situaciones de la
vida personal, social y laboral, es un factor clave, de vital importancia, el
cual representa uno de los recursos intangibles que poseen las
organizaciones. De ahí, la importancia de la gestión del conocimiento para
capturar, extraer y administrar todo este conocimiento, a fin de que se
convierta en el objeto relevante al servicio de las organizaciones (Cárdenas,
Palacios y Salazar, 2016). Para las organizaciones, gestionar el conocimiento
es uno de los principales temas de investigación, si se quiere permanecer en
un mundo altamente competitivo. Lo cual coincide con lo expuesto por Davenport
y Prusak (2001) en (Rodríguez, 2006, p.26): Todas las organizaciones saludables generan y usan conocimiento. A
medida que las organizaciones interactúan con sus entornos, absorben
información, la convierten en conocimiento y llevan a cabo acciones sobre la
base de la combinación de ese conocimiento y de sus experiencias, valores y normas
internas. Sienten y responden. Sin conocimiento, una organización no se
podría organizar a sí misma […]. En el mismo sentido, la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico - OECD (2003) manifiesta sobre “La
necesidad de entender y medir la actividad de gestión de conocimiento para
que las organizaciones y sus sistemas puedan mejorar lo que hacen y para que
las administraciones puedan desarrollar políticas que promuevan estos
beneficios” (Como se citó en Rodríguez, 2006, p.27). Por tanto, para analizar el impacto que las
acciones de gestión de conocimiento desarrolladas por el SENA han tenido
sobre el desarrollo profesional docente de sus instructores, es importante
reconocer el modelo de gestión del conocimiento que sigue la Entidad y sobre
el cual algunos de sus Centros de Formación han desarrollado propuestas para
la ampliación y focalización de sus planes de acción. Para lograrlo, se toma
como base el modelo propuesto por Barragán (2009) y sobre el cual Saiz, De
Armiño y Manzanedo (2010) realizaron un interesante
análisis que permite comprender el origen del modelo de Barragán y el optado
por el SENA para la gestión del conocimiento: Gráfico 2. Reconstrucción
del entrelazado de modelos para la taxonomía de Barragán (2009). Fuente:
Saiz, De Armiño y Manzanedo (2010) Si
se comparan los modelos de GC propuestos por Barragán (2009), con el modelo
de gestión del conocimiento bajo Redes de Conocimiento, según lo propuesto
por el SENA, éste representa la “[…] iniciativa estratégica para desplegar la
gestión del conocimiento tanto sectorial como institucional soportadas sobre
las capacidades institucionales, entre ellas: la cultura organizacional, los
procesos, la tecnología, el talento humano y las relaciones con el entorno”
(Arango, Bedoya y Cárdenas, 2012, p.6). Teniendo en cuenta que la Entidad
busca a través de las Redes de Conocimiento: institucional y sectorial,
trabajar sobre las capacidades institucionales, en función del capital
intelectual, las comunidades de práctica, desarrollos tecnológicos, como
aspectos conceptuales y filosóficos de la Institución, se equipara este
modelo con el modelo Holístico, de Barragán (2009). Cabe
mencionar que las redes funcionan bajo la estrategia de proyectos. La primera
red, busca el fortalecimiento interno de la Institución a partir del aporte
de sus colaboradores y proveedores al desarrollo de sus capacidades
institucionales, y la segunda busca establecer relaciones cercanas con sus
clientes externos para una respuesta asertiva y segura a las necesidades de
éstos. De esta manera, las Redes de Conocimiento, representan el modelo para
la incorporación del conocimiento tácito desarrollado en cada uno de sus
colaboradores, internos y externos, en combinación con el conocimiento
explicito desarrollado en la Entidad, con el objetivo de llegar a ser una
Institución de Formación Profesional competitiva no sólo en el orbe nacional,
si no también internacional. La
gestión del conocimiento y el capital intelectual Las
sociedades contemporáneas del siglo XXI, requieren adoptar dentro de su
visión estratégica la gestión del conocimiento, entendida como el proceso que
trabaja a partir del conocimiento individual que poseen las personas, lo
lleva a interactuar a través de comunidades, hasta lograr hacerlo parte de la
organización. La gestión del conocimiento implica consolidar la manera de
gestionar el capital intelectual, como un proceso innovador que conlleva a la
obtención de respuesta a las necesidades de sus clientes y proveedores,
anticipándose a la competencia. Lo anterior no es ajeno a las organizaciones
dedicadas a la educación, “[…] más aún cuando su fundamento, como es bien
sabido, es la función social de generación, trasmisión y aplicación del
conocimiento de nuestras sociedades” (Arrieta, Gaviria y Consuegra, 2017,
p.429). Por este motivo las Instituciones de Educación Superior (IES)
actualmente se esfuerzan en el fortalecimiento de su talento humano, con el
fin de consolidar equipos de investigación que generen conocimiento, que les
lleve no sólo a posicionarse, sino a ser cada vez más competitivas en el
sector. Para entender el concepto de capital
intelectual dentro de la gestión del conocimiento, es necesario reconocer los
elementos que componen su definición: “El primer autor que acuñó la
definición de Capital Intelectual fue Thomas Stewart quien se refirió a éste
como “la suma de todos los conocimientos que poseen los empleados de una
empresa y le dan a ésta una ventaja competitiva” (Peluffo
y Catalán, 2002, p.36). Bueno, Salmador y
Merino (2008) en Arrieta et al. (2017, p.425) mencionan que el Capital
Intelectual (CI) está conformado por los “[…] activos intangibles
(intelectuales) o recursos y capacidades basados en conocimiento, que cuando
se ponen en acción, según determinada estrategia, en combinación con el
capital físico o tangible es capaz de crear valor y competencias esenciales
en el mercado” (Arrieta et al., p.425). En Euroforum se
plantea que el CI se compone de tres elementos: capital humano, capital estructural
y capital relacional. En su orden, el primero se refiere a todos los
aprendizajes desarrollados por el personal que hace parte de la organización,
fruto de las experiencias, habilidades desarrolladas, formas de relacionarse
y de aprender, tanto de las vivencias grupales como individuales. El capital estructural, ha sido definido como
aquello que “es propiedad de la empresa, queda en la organización cuando las
personas la abandonan” (Conde, Correa y Delgado, 2010, p.30). Está
representado en los manuales de procesos y procedimientos, sistemas de
calidad; es decir, tiene que ver con el conocimiento explícito,
sistematizado, interiorizado en la organización. El capital relacional, es el valor que tiene
una empresa con los stakeholders (dueños,
clientes, proveedores); o sea, la manera como la organización se propone
mantener y potenciar las relaciones con el exterior. Es posible ultimar que, el capital
intelectual no es fácil de gestionar. Lo que se puede gestionar son los
procesos que fortalecen el conocimiento en las personas y que existe en la
organización. Por lo tanto, lo que la gestión del conocimiento busca en
relación al capital intelectual de una organización, es desarrollar procesos
que conlleven a la generación de nuevo conocimiento que puede darse como
fruto de los aprendizajes individuales de sus colaboradores, o de las
relaciones grupales de estos u organizacionales. La gestión del
conocimiento como camino hacia el desarrollo profesional docente y el
aprendizaje organizativo Teniendo
en cuenta lo expuesto por Rodríguez acerca de la creación y gestión del
conocimiento: […] como una estrategia fundamental, al combinar el desarrollo
personal/profesional y el desarrollo organizativo, además de hacerlo
respetando las condiciones de contextualización y reforzando el trabajo
colaborativo y la reflexión sobre los problemas y retos que le plantea la
práctica pedagógica. (2009, p.125) Lo anterior conduce a referir que los
procesos de desarrollo profesional fortalecen el capital intelectual de las
organizaciones, lo que facilita los procesos de aprendizaje organizativo y
desarrollo organizacional. De la forma como se gestione el conocimiento en la
organización se puede determinar si son entidades que aprenden. Cuando los
aprendizajes obtenidos son implementados para dar respuesta a una necesidad
inmediata, nos encontramos ante un tipo de aprendizaje por respuesta o a
corto plazo. Por el contrario, cuando se produce en las instituciones un
aprendizaje intencionado, el cual afecta las estructuras de la empresa; es
decir, aquel conocimiento que se encuentra soportado en sus procesos
internos, políticas, manuales, reglamentos, entre otros, estamos hablando de
un aprendizaje constructivista a mediano o largo plazo. Es en ese sentido
podemos hablar de un aprendizaje organizativo fruto del fortalecimiento del
capital humano presente en la organización. Según Fyol
y Lyles (1985) en (Bolívar, 2001, p.22) el
aprendizaje organizativo se produce en la medida que los cambios cognitivos
afectan la conducta de las personas. Ahora bien, en la medida que el
aprendizaje organizativo “implica una transformación permanente y continua de
la organización, lo cual involucra procesos de: creación, adquisición y
transferencia de conocimiento”, modificando la conducta de sus equipos de
trabajo y generando los resultados esperados, se ha logrado desarrollar
procesos de gestión del conocimiento, lo cual converge en el desarrollo
profesional del talento humano y la organización transformarse en una
organización que aprende. De acuerdo con Senge (2012,
p. 15), un espacio en el que “la gente continuamente aprende a aprender en
conjunto”. Método Para
el estudio de los “Aportes de la Gestión del Conocimiento al Desarrollo
Profesional Docente del Instructor SENA”, se propone abordar el trabajo de
investigación en el marco de las Ciencias Sociales y de la Educación,
siguiendo el paradigma interpretativo, el cual como lo dice Pérez (citado por
Ricoy, 2006) sus características más importantes
son: a.
Construcción de teorías prácticas, configuradas desde la práctica. Emplea
métodos etnográficos sobre datos cualitativos. b.
Intenta comprender la realidad. Por tanto, tiene sentido remontarnos al
pasado para entender y afrontar el presente. c.
Permite el uso de diversos métodos y “utilización de estrategias de
investigación específicas y propias de la condición humana”. Para Bolívar, Domingo y Fernández (2001),
“[…] una narrativa biográfica consiste en establecer un orden en el conjunto
de hechos pasados, entre los que era y es hoy, entre las experiencias pasadas
y la valoración que han adquirido en relación con los proyectos futuros” (p.
43). Así mismo, Ricoeur (1995), Polkinghorne
(1988), citados en Bolívar et al., (2001) coinciden en que las narrativas dan
sentido y significado a una serie de situaciones enmarcadas bajo la
temporalidad, los personajes y acciones. Informantes Para
el estudio narrativo se determinó trabajar con la población de instructores -
SENA (docentes) y se optó por una muestra de ocho (8) informantes,
pertenecientes al Centro de Gestión Tecnológica de Servicios, compuesta por
funcionarios vinculados directamente (planta) y contratistas, quienes asumen
la formación desde diferentes líneas tecnológicas de conocimiento, con otras
características relacionadas en la “Tabla 1”, para así recoger en forma
equilibrada sus voces: Tabla 1. Informantes
Para
desarrollo del estudio de investigación, se privilegió como técnica la
entrevista biográfica, con la que se buscó hacer una mirada retrospectiva,
sin perder de vista las expectativas hacia el futuro. Para lograrlo, se
utilizó la entrevista semi-estructurada, descrita
por Hernández, Fernández y Babtista (2014), como
aquella que se basa en una lista de preguntas guía, las cuales pueden variar,
de acuerdo con la necesidad de información. La primera entrevista tuvo como objetivo
reconocer las vivencias que enmarcan la vida profesional de los instructores
en el ejercicio docente, es decir, aquellas experiencias que configuran la
“identidad profesional docente” del instructor SENA, hoy. La segunda sesión, buscó recoger elementos
que miden la calidad del desarrollo profesional docente e indagar sobre el
impacto que ha tenido sobre éste las acciones de gestión del conocimiento
educativo planteadas por el SENA. Los resultados de la investigación son
fruto de las entrevistas realizadas durante el primer semestre del 2018. Para el análisis de la información se partió
del estudio de dos categorías principales, preestablecidas: 1.
Identidad Profesional Docente. 2.
Desarrollo profesional docente y gestión del conocimiento educativo. El análisis de los distintos relatos condujo
a elaborar un mapa que relacionara la trayectoria de vida docente con las
acciones de gestión del conocimiento educativo propuestas por el SENA. Estos
mapas representan biogramas que hacen posible el
análisis vertical y horizontal de la información, ya que entrelaza momentos
de vida (pasado, presente y futuro) de personas, situaciones y
acontecimientos relevantes que estructuran la historia de vida de los
instructores, con el fin de analizar si las acciones de gestión de
conocimiento educativo han impactado el desarrollo profesional docente del
instructor SENA perteneciente al Centro de Gestión Tecnológica de Servicios. Resultados Una
vez realizado el análisis vertical y horizontal de los biogramas,
se evidencia lo siguiente: ·
La
formación pedagógica que se brinda a los instructores que llegan a la
Entidad. Para los instructores de hace 10 o 20 años, la formación pedagógica
inicial se convierte en una fuente importante de iniciación al conocimiento
de los procesos de enseñanza – aprendizaje – evaluación, en el marco de la
formación SENA. Sin embargo, hay quienes reclaman una propuesta más
estructurada como la que se vivió otrora, dados los elementos fundamentales,
que los antiguos, aluden que, brindaba mayor conocimiento, seguridad y
confianza en relación con la cultura organizacional. Así mismo, los
instructores reconocen que los cursos de formación pedagógica permanente que
les proponen, desde el Centro de Formación, es una estrategia que algunos
definen como: “les refresca y enseña nuevamente” (Comunicación
personal, 2018), porque a pesar de los años de experiencia de algunos en la
Entidad, reconocen, “no son producto terminado” (Comunicación
personal, 2018). ·
Espacios
de encuentro semanal dispuestos por el Centro de Gestión Tecnológica de
Servicios. Estos espacios hacen ya parte de la cultura organizacional del
Centro de Formación y representa para sus instructores un momento para
compartir sus vidas, sucesos con grupos de aprendices y en algunos momentos,
experiencias relacionadas con su práctica pedagógica, lo que les hace sentir
que tienen la posibilidad de fortalecerse y que no están solos. ·
Iniciativas
pedagógicas de trabajo al interior de los equipos de instructores. Las
narrativas permitieron conocer parte del currículo oculto que se sucede en el
Centro de Formación, las cuales constituyen propuestas de trabajo generadas
por los instructores que a la luz de la investigación son luces que indican
los deseos en relación a nuevas formas de hacer dentro de su práctica y necesidades
de crecimiento pedagógico en los instructores, que, como ya se mencionó, para
todos no van en el mismo sentido, dado el grado de madurez y crecimiento
según el nivel de desarrollo profesional docente adquirido. ·
Implementación
de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC). Como se señaló
en los relatos es un aspecto que, aunque no ha sido fácil para muchos, es
reconocido por todos como una herramienta que ha hecho posible nuevos
escenarios y pretextos para construir conocimiento con sus estudiantes. Así
mismo, se valora el trabajo que se ha desarrollado a nivel institucional para
su aprendizaje e implementación. ·
Los
proyectos Institucionales direccionados por las Redes de Conocimiento SENA.
Los proyectos de transformación de ambientes, producción curricular:
desarrollo curricular y diseño curricular, Sennova[2],
capacitaciones técnicas de los instructores, encuentros con miras a la
participación en eventos o concursos de talla nacional e internacional tanto
de instructores como de aprendices, son reconocidos como oportunidades de
crecimiento profesional técnico y pedagógico. Para los instructores son
espacios en donde se comparten conocimientos y experiencias de trabajo, lo
cual les motiva, hace sentir importantes y aprender cosas nuevas a partir del
encuentro con el otro. La investigación también permitió identificar
algunos aspectos que podrían considerarse como barreras que limitan el DPD
del instructor SENA en el Centro de Gestión Tecnológica de Servicios (CGTS),
respecto de las acciones establecidas para lograr el fortalecimiento del
talento humano mediante la gestión del conocimiento en el SENA de acuerdo al
modelo de redes de conocimiento. Los aspectos relacionados como barreras son: ·
Estrategia
de formación pedagógica para los instructores centrada en las necesidades de
la Administración Educativa, no en las necesidades del instructor y nivel de
desarrollo profesional alcanzado por las personas, de acuerdo con su
experticia y competencias desarrolladas en el campo pedagógico. ·
Otra
barrera que incide en el DPD de los instructores en el CGTS, es la falta de
una propuesta específica para la transferencia del conocimiento de los
aprendizajes desarrollados, fruto de la participación en proyectos de Centro,
Regionales, Nacionales o Internacionales, limitando el flujo de conocimiento
al interior de la Entidad; o lo que podría denominarse como pérdida total del
conocimiento: cuando el instructor se va de la Institución llevando consigo
toda la riqueza ganada en torno a conocimiento. Esta barrera conlleva a la
tercera barrera detectada, la cual, si se trabaja, podría contrarrestar en
forma conjunta las anteriores. ·
Seguimiento
por parte de los formadores de Instructores centrada más en aportar a la
elaboración de las guías de aprendizaje, pero no al acompañamiento de la
estrategia pedagógica, lo cual hace que se sienta en el ambiente que los
intereses de la propuesta del Centro de Formación están direccionados a los
resultados de las auditorías y no al fortalecimiento pedagógico que requieren
los instructores, como también de las necesidades de fortalecimiento a los
procesos de enseñanza y aprendizaje de los aprendices. ·
La
cultura organizacional descrita a través de sus relatos, en términos de
liderazgo, trabajo en equipo y motivación, no reflejan la identidad
Institucional. Este aspecto se percibe en construcción y por consolidar
dentro de los equipos de trabajo de la mano de la Administración Educativa.
Como se mencionó en las narrativas, es un factor que incide en el clima
laboral, nivel de motivación y compromiso de los instructores y que es
determinante para el despliegue de la gestión del conocimiento a través de
las Redes de Conocimiento, de acuerdo con lo propuesto en SENA (2012).
Manual: fortalecimiento interno de las redes de conocimiento. ·
Finalmente,
otra barrera que dificulta el DPD de acuerdo con los instructores, se
presenta ante decisiones político-administrativas que ha afectado la
Formación Profesional Integral que se imparte en el SENA; tal es el caso de
los cambios presentados en las últimas dos décadas en donde se pasó de una
propuesta pedagógica a otra, sin tener en cuenta sus opiniones, avances
pedagógicos, transformaciones de ambientes, adquisición de herramientas y
recursos didácticos. Así mismo, la reducción del número de horas en los
programas de formación tanto de aprendices como a la formación inicial
pedagógica del instructor y la implementación de un sistema de calidad que
les genera mayor tiempo de dedicación a la documentación de sus acciones que
a la reflexión, discusión y creación de estrategias didácticas para la
formación, seguimiento y acompañamiento a los aprendices, los cuales también
aumentaron, de acuerdo al tamaño de los grupos que se tenía establecido para
la ejecución de la formación, según la política educativa del SENA. Conclusiones Como
lo plantean Connelly y Clandinin,
en Bolívar et al., (2001), los seres humanos somos el compendio de
experiencias personales y sociales que contadas constituyen historias de
vida. En tal sentido, la investigación permitió reconocer a través del
análisis cruzado de los biogramas, que, en el caso
de los instructores del SENA, en la mayoría de ellos antecede un educador en
sus familias o experiencias significativas en torno a un ejercicio docente,
que posteriormente impulsa la consolidación de ésta como una segunda
profesión. Por lo tanto, es posible afirmar que las
acciones de gestión del conocimiento desarrolladas por el SENA a través de
las Redes de Conocimiento, en las que se les convoca a encuentros regionales,
nacionales o internacionales, son una oportunidad para su desarrollo
profesional, teniendo en cuenta que estos espacios les brindan la oportunidad
de aportar a la construcción y fortalecimiento Institucional, desde su saber
tanto técnico como pedagógico, lo cual les hace sentirse importantes por la
posibilidad de aportar a los cambios en la organización. En el marco de lo
anterior, la mayoría de los “instructores informantes” consideran que su
crecimiento como docentes, ha sido en el Centro de Gestión Tecnológica de Servicios,
a partir de las experiencias personales y participación en los espacios de
encuentro semanal con colegas y formadores de instructores. Sobre las consideraciones anteriores, los
espacios de encuentro semanal dispuestos por el Centro de Formación, CGTS, son
un momento clave si se quiere conocer los aspectos que constituyen la
identidad de vida profesional del instructor SENA, teniendo en cuenta que a
partir de éstos se pueden generar acciones de gestión del conocimiento, las
cuales motiven al instructor a compartir con un sentido específico su saber
pedagógico individual, para así, con los aportes del equipo de instructores y
formadores, llevarlo a un saber experto que pueda ser posteriormente
transferido a la organización a través de las Redes de Conocimiento. De acuerdo con los resultados de la
investigación, es evidente también que el SENA ha venido haciendo grandes
esfuerzos en el desarrollo de la infraestructura tecnológica de la Entidad y
generando acciones que vinculen a sus instructores, lo cual es reconocido por
ellos como un aspecto positivo a pesar de los temores propios de cada
generación. Este aspecto es de gran importancia, dado que no es posible
hablar de procesos de gestión del conocimiento sin uso de Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC), que posibilite la sistematización del
conocimiento, para su divulgación, transferencia, revisión, actualización,
creación y uso. Finalmente, es importante mencionar se
requiere de una Administración de Centro más vinculada a las acciones de Gestión
del Conocimiento que se promueven desde la vía Nacional, para que así, a
través de estrategias de transferencia de conocimiento se permeen las
experiencias vividas en los proyectos de Redes de Conocimiento a los demás
instructores como a los aprendices, mediante las acciones de Formación
Profesional Integral. En otras palabras, para la organización es la
posibilidad de llegar a ser una organización que aprende y para los
instructores la capacidad de mantener la curiosidad acerca de la clase (Rudduck, citado en Vaillant,
2009). Se ve también como la construcción de nuevas formas de orientar el
conocimiento a través del valor y respeto por las experiencias de colegas y la
participación en redes de trabajo colaborativo. Referencias Arango, J., Bedoya, F. y
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[1] Servicio Nacional
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